Banganga en Bombay

Tanque de Banganga, Bombay. Espacio del manantial. Foto: Inese Pumala
Bombay es una extensa y densísima urbe que alberga más de 15 millones de personas. Sus peculiares espacios públicos –conocidos como maidans y thirtas- son escasos en relación al tamaño del territorio urbanizado y, por ello, constituyen allí un bien muy preciado. Llaman la atención del visitante por lo que tienen de diferente como expresión de una cultura peculiar. Uno de esos interesantísimos lugares es el depósito de Banganga, en Malabar Hill en el extremo sur de la ciudad.

Las grandes y raras extensiones abiertas que forman los maidans de Bombay tuvieron un origen militar. Surgirían como amplias áreas libres de edificación dedicadas a la protección de las fortificaciones militares, dejando franjas de suelo expeditas que no pudieran servir como refugio y defensa a posibles asaltantes. Con el curso de la historia y la desaparición de la necesidad militar han permanecido dando lugar a una especie de parques públicos que puntúan la ciudad.
 
Localización de Walkeshwar en Malabar Hill, al extremo sur de la metropoli de Bombay 
Por el contrario, los thirtasthana eran y son sitios de peregrinaje religioso que han mantenido ese carácter abierto a pesar de la informalidad que caracteriza a un lugar como Bombay y los múltiples avatares que se producen continuamente en un territorio que sufre una presión urbanística tan brutal. El depósito de Banganga es uno de los pocos ejemplos que existen todavía de este tipo de espacios abiertos multiuso. Aunque mantiene su función original como lugar para el suministro de agua potable, conserva también otras múltiples funciones. Para sus usuarios habituales es un lugar de encuentro diario y celebración. Allí tradicionalmente se produciría también la ceremonia purificadora del baño diario entre muchos vecinos de la zona, se lavaría la ropa y se daría de beber a los animales domésticos. También ha sido usado como superficie de crematorio, cementerio y gimnasio al aire libre.
 
Su carácter de enclave sagrado deriva de tradiciones ancestrales de peregrinación. En su momento contaba en sus contornos próximos con numerosos templos, santuarios y dharamsalas, o casas de retiro espiritual para peregrinos. Un espacio memorial y religioso envuelto en leyendas sobre milagros y visitas de personajes santificados. En los últimos tiempos la ciudad también fomenta su carácter hacia el consumo como espacio turístico.
Colorido pintoresco de las escalinatas en Banganwa. Foto: mikarmo, Flickr
El agua es un elemento fundamental en la práctica del hinduismo. Es una fuente de vida y permite la limpieza de los pecados propios. El acercamiento a las orillas y bordes acuáticos representaría también el momento y lugar en que se estaría más próximo a los cielos. Según algunos relatores de mitos, Banganga surgiría cuando el Señor Rama lanzó una flecha mágica al suelo para aliviar la sed de los desgraciados habitantes de la zona. Descubriría así un ramal oculto bajo la tierra del poderoso y sagrado Ganges (de ahí el nombre).
 
El tanque de Banganwa se situaría en una de las siete primitivas islas que dieron origen a la ciudad de Bombay y es hoy un reducto no ocupado en el centro del poblado de Walkeshwar. El depósito se suministra continuamente por un pequeño manantial natural situado en una de las esquinas del recinto.
 Espacio central del tanque de Banganwa, visto desde el Sur. Foto: Inese Pumala
Como espacio urbano se definiría actualmente como una hibridación entre plaza y piscina pública, organizada en una depresión rocosa situada en el centro de la primitiva isla. Con una forma sensiblemente rectangular, se distinguiría por sus orillas formadas por gradas y escalinatas de piedra. En su perímetro se localizan numerosos espacios santificados, imbricados en un denso conjunto de construcciones populares y callejuelas. Allí los senderos se usan para todo tipo de actividades comunes con una dificultad inherente para distinguir entre el espacio estrictamente privado y lo que es común a sus habitantes. En los últimos tiempos también sufre el asedio de la especulación inmobiliaria, como se desprende de la aparición próxima de importantes edificaciones en altura, desfigurando el paisaje urbano original.
 Representación pictorica de uno de los templos existentes ya en la zona a finales del siglo XIX.
Edwin Lord Weeks, 1884.
Banganga está protegido como sitio histórico de carácter patrimonial y, debido a esa singularidad que representa, la ciudad lo promociona como una atracción turística. Simboliza una forma de entender el uso del espacio muy característico de una forma de civilización milenaria, difícilmente reproductible bajo los presupuestos de otras coordenadas culturales. Desde el punto de vista de la arquitectura y el urbanismo es un exotismo curioso que no encaja con el tipo de espacio público al que estamos acostumbrados en otros países y continentes.
El disfrute del baño. Foto: Fab India

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