El Barrio de Västra Hamnen

Malmoe (o Malmö), la tercera ciudad más grande de Suecia, cuenta con uno de los ecobarrios ejecutados en el norte de Europa que sirve de ejemplo teórico de lo que debe ser un barrio sostenible. Hablamos del distrito de 600 viviendas de Västra Hamnen, situado junto al Puente del Oeste.

 La ciudad escandinava después de celebrar la Feria Europea de la Vivienda en 2001, ha dado respuesta, con la ejecución de este barrio, a los desafíos planteados en dicho evento para las ciudades del futuro.
 
Durante más de quince años, el ayuntamiento estuvo mentalizando a sus ciudadanos en aspectos medioambientales. El enfoque es global e integra todos los niveles: anima a los niños en los colegios a plantar árboles e introduce mejoras en el sistema de transporte público. Pero el proyecto estrella es la transformación del barrio portuario del oeste, lo que era un barrio trabajador en franca decadencia, se ha convertido en uno residencial con todos los adelantos en materia ecológica.
 
Un proyecto urbano se puede considerar “sostenible” cuando incorpora la totalidad de los condicionantes vinculados a los tres campos de la sostenibilidad: medioambiental, económico y social. Con cierta frecuencia a determinados proyectos urbanos se les etiqueta erróneamente como ecobarrios cuando únicamente poseen cualidades del campo mediambiental, no cumpliendo con la sostenibilidad económica y social.
 
Junto a este barrio de Malmo en Europa también podría tomarse como ejemplo Vauban en Freiburg (Alemania) y Hammarby Sjöstad, en Estocolmo (Suecia)
 
A grandes rasgos las características principales del distrito Västra Hamnen son las siguientes:
 
- El 100% de la energía consumida se obtiene de fuentes renovables que producen localmente. Por ejemplo, una bomba extrae calor de las aguas subterráneas del Mar del Norte y lo revierte en la red de calefacción y aire acondicionado de la urbe. Una instalación de 1.400 metros cuadrados de paneles solares también provee la red energética de la ciudad.
 
- En cuanto a la planificación de la movilidad de sus habitantes, Malmö ha favorecido el uso de la bicicleta y el transporte público -que emplea electricidad y gas como combustibles- desde su zona portuaria hasta el centro y los distintos barrios de la ciudad. Asimismo, se ha limitado el uso del automóvil.
 
- Los edificios de Puerto del Oeste, que cuentan con 3.000 metros cuadrados de cubiertas ecológicas, están flanqueados por dos grandes parques diseñados para albergar especies vegetales locales, lo que permite una depuración del aire de la ciudad. Previamente una zona industrial prácticamente abandonada, el Puerto del Oeste contaba con una superficie contaminada con restos químicos, que fueron descontaminados antes de construir viviendas y equipamientos. De esta manera se ha convertido en un espacio de ocio de gran relevancia para la ciudadanía de Malmö, principalmente por el contacto y disfrute del mar.
Frente marítimo hecho con deck de madera y escalones donde la gente puede
 
sentarse y descansar.

- Los ciudadanos del nuevo barrio reciclan y clasifican adecuadamente el 70% de los residuos que generan. Un sistema subterráneo de aspiración neumática transporta los residuos previamente clasificados. Los biodegradables, por ejemplo, se transforman en biogás empleado posteriormente para la calefacción.

 
- Todas las viviendas de esta zona residencial de Malmö disponen de conexión a Internet con banda ancha.
 
Canales navegables de Västra Hamnen
 
Espacios públicos donde el peatón es el protagonista. De fondo, la torre Turning Torso de Calatrava
 
Es un proyecto común basado en la concienciación de la población y en el compromiso vocacional de los políticos elegidos, que debería servir de ejemplo para muchos ayuntamientos europeos.
 
Como explica Carlos Alberto Regolini, Doctor Arquitecto de la Universidad Politécnica de Madrid:
 
“El resultado son sociedades que hacen ciudades más sanas, eficientes y atractivas, a la vez que las ciudades hacen sociedades más competitivas, concientes e integradas.”

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