Torres de la India

 Namaste Tower. Bombay. Atkins Design Studio, 2009
El fuerte proceso de desarrollo económico desatado en el subcontinente indio está produciendo toda una nueva generación de edificios en altura de proyectos espectaculares. La participación en su diseño de las grandes empresas consultoras especializadas en el diseño constructivo es destacada. Algo así ocurre en el caso de la ciudad de Bombay, en la que se proyectan las torres Namaste y Wadala, entre otras muchas iniciativas grandilocuentes.

El mundo profesional lleva años dirigiendo la mirada hacia algunos lugares y países que han iniciado potentes esfuerzos en la construcción de nuevas ciudades y sorprendentes muestras de arquitectura e ingeniería. Es el caso de Golfo Pérsico y la costa de China. Sin embargo, es muy destacable el empuje que están adquiriendo en este campo otros lugares del mundo como ocurre en las principales regiones de la India.
Actualmente, solo 300 millones de indios viven en las ciudades. Según un informe de la consultora McKinsey, para 2030, otros tantos se habrán incorporado a la urbanización de las principales ciudades de la India. En veinte años esas gigantescas aglomeraciones -que actualmente ya existen allí- habrán doblado así su tamaño. Las acciones públicas y privadas que se necesitan para atender ese desarrollo urbano ingente son inconmensurables. Por ello, las autoridades de los distintos estados indios están considerando y programando las posibles alternativas para atender la fuerte demanda residencial.
 
 Namaste Tower. Secciones axonométricas
Una de esas posibilidades a las que son muy proclives las empresas del sector inmobiliario son los edificios singulares como las torres rascacielos. Entre estas iniciativas destaca la denominada Namaste Tower que trata de convertirse en un icono que caracterice el paisaje urbano de esa vibrante urbe conocida como la Puerta de la India. Diseñada por la ingeniería británica Atkins Design Studio se presenta como una gigantesca lengua que rememora el gesto de unión de las manos tan característico en el saludo de los habitantes de aquel país.
 
De acuerdo a la promoción realizada para el World Architecture Festival de 2010, sus 62 plantas van a destinarse a un centro comercial, oficinas, viviendas y un hotel de lujo (W Hotels ha señalado que se prevé su apertura para 2015) y su silueta destacará en la península de Bombay desde una distancia superior a 40 kms. En su última planta contará con un restaurante cubierto con una bóveda de gran altura. El edificio se divide en dos alas unidas por un espacio central destinado al acceso y las comunicaciones verticales.
La particularidad más destacable del proyecto es el diseño de su fachada que se inspira en las tradicionales decoraciones Mehndi, con las que las mujeres se dibujan diseños circulares en manos y pies empleando el pigmento de henna. Estos gráficos se van a emplear como filtros para tamizar la intensa luz y el exceso de insolación de las fachadas.
Namaste Tower. Diseño de la fachada.
La Mumbai Metropolitan Region Development Authority, MMRDA, proyectaría otra torre -denominada Wadala en consideración al lugar de la ciudad en que se iba a situar- para lograr el hito del edificio más alto del planeta. Su diseño trataría de superar el kilómetro de altura, para lograr así batir el record de construcción, actualmente establecido en Dubai por el edificio Burj Khalifa.
 Propuesta para la Wadala Tower. Bombay. James Law y Cybertecture, 2009
Para lograr la adjudicación del encargo proyectual, el equipo de Hong Kong, Cybertecture, liderado por el arquitecto James Law, plantearía una estructura en forma de gigantesco sacacorchos que fue finalmente desechada. En su idea, el edificio se destinaría a varios hoteles y numerosos apartamentos de lujo alrededor de una columna central que albergaría los circuitos de instalaciones necesarios y los ascensores de alta velocidad necesarios para el funcionamiento del conjunto.
Según informa India Economic Times, la idea inicial ha tenido que recortarse, debido a la sequía financiera internacional y la situación generalizada de descalabro inmobiliario en numerosas partes del mundo. La inmobiliaria india Lodha Group parece que ha obtenido finalmente las autorizaciones para la construcción de una versión reducida de lo propuesto inicialmente, denominada Lodha Crown.
 
Aunque hoy en día todas las grandes apuestas inmobiliarias -como las que aquí se presentan- son verdes, ecológicas, bioclimáticas y sostenibles, la realidad es que su planteamiento proyectual contradice todos los reclamos publicitarios. Como regla general, las torres de gran altura representan un diseño arquitectónico que implica un gasto energético desaforado que no podrá mantenerse a largo plazo.
 En un territorio como el indio, con grandísimas carencias y desigualdades sociales, está en curso una nueva explosión inmobiliaria que acentúa el desastre ecológico planetario. Para construir estos edificio no solo se desplazarán a grandes masas de chabolistas sino que también se va a potenciar el uso masivo de aquellos materiales que necesitan un mayor gasto energético necesita para su producción. Es el caso de los habituales vidrio, acero, aluminio, etc. que tan generosamente se emplean en los desarrollos inmobiliarios convencionales
 
Sobre todo, las propuestas espectaculares como las que se reseñan, el principal problema ecológico será es que cuestiones fundamentales para la conservación del equilibrio ambiental no son tenidas en cuenta para su diseño. En estos casos, no se han planteado analizar, ni siquiera someramente, las estrategias pasivas para contrarrestar las adversas condiciones climáticas ni la fuerte incidencia del sol que caracteriza a esta zona del planeta. Ha primado solamente la condición espectacular de la propuesta, la propaganda sobre la eficiencia.
India es un país en el que las ciudades presentan grandes carencias y muchos de sus habitantes padecen diariamente las dificultades inherentes para la obtención de agua potable de calidad, un suministro eléctrico en condiciones, saneamiento adecuado y otros servicios esenciales. Tanto el transporte público como las redes viarias existentes se encuentran también colapsados en numerosos lugares. De una manera paralela, las elites indias económicamente solventes han adoptado con fruición la realización de numerosísimas Gated Comunities. Una nueva forma de urbanización para las clases medias solventes que se conforman como áreas residenciales amuralladas y vigiladas y tienen como contrapartida una segregación poblacional excluyente. Estas nuevas comunidades están apareciendo masivamente en numerosos lugares atrasados del planeta, en imitación de lo ocurrido en los Estados Unidos donde son práctica habitual desde hace décadas. La versión vertical de estas maneras de ocupación del territorio son evidentemente los rascacielos, unas construcciones que implican una alta seguridad para los residentes Sus espacios de acceso restringidos y su facilidad para su acorazamiento en su contacto con el suelo hacen posibles formas muy efectivas de control y vigilancia.
Propuesta para el Museo de Arte Moderno de Calcuta. Herzog&deMeuron
Pero las apuestas inmobiliarias residenciales son solo la parte más visible de un inmenso esfuerzo para generar actividad económica en India. También se proyectan innumerables nuevas ciudades y ejes de desarrollo. Es el caso del llamado Corredor Industrial Delhi-Bombay, un proyecto del gobierno central que plantea la generación de una franja territorial que atravesará seis estados a lo largo de 1500 kms, altamente equipada y eficientemente comunicada por transporte ferroviario y una red de autopistas de alta capacidad.
 
Lo último es que ya han empezado a desembarcar allí los grandes nombres de la arquitectura internacional, como Herzog&deMeuron que han obtenido el encargo para construir el Museo de Arte Moderno de Calcuta o Kolkata MOMA.

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