LA PLAZA DE TOROS DE SANTA CRUZ

Recientemente se ha presentado en mi ciudad, Santa Cruz de Tenerife, una iniciativa tendente a la modificación de un edificio significativo, la antigua plaza de toros. Aunque el caso pueda parecer anecdótico y muy local, el ejemplo es interesante para entender como afrontan algunas instituciones públicas determinadas actuaciones que afectan al espacio público.

Esta plaza de toros es una construcción que forma parte indisoluble de la imagen de la ciudad. Ya aparece en algunas panorámicas antiguas de la ciudad de comienzos del siglo XX cuando la arteria urbana central no estaba ni siquiera replanteada, el conocido anteriormente como paseo de los coches y hoy en día, por un anacronismo que no voy a calificar, como rambla del General Franco.

Aspecto del entorno de la plaza de toros a principios del siglo XX. Foto: ]v[orlock, Flickr

Es un edificio de una calidad muy discutible, destinado originalmente a una actividad, la tauromaquia, que no ha tenido un arraigo real en el archipiélago de Canarias. Está abandonado desde hace bastantes años y presenta un estado deplorable motivado por la desidia de sus propietarios. Su autor fue el arquitecto municipal, Antonio Pintor, ejecutándose en 1893 sobre la base de un proyecto del año anterior. No es una construcción reseñable por su arquitectura, representando un historicismo trasnochado y de mala calidad constructiva con sus fachadas de arcos apuntados terminados con revoco de cemento que remedan un supuesto estilo neomudéjar o andaluz. En ella se han celebrado variadas actividades, entre las cuales destacan hasta mediados de los años 70, las corridas de toros que nunca tuvieron mucha repercusión en esta isla. También funcionó como cine al aire libre, recinto para conciertos y combates de boxeo. La última actividad reseñable es la que supuso la celebración de los actos centrales del Carnaval de la ciudad hace más de 20 años.

La ciudad creciendo alrededor del edificio. Foto de 1940

Sin embargo, para los habitantes de mi ciudad representa un hito simbólico que constituye una referencia urbana fundamental. Cualifica mentalmente un parte sensible del centro urbano. La plaza de toros de Santa Cruz forma parte indeleble de la memoria urbana de esta pequeña isla que ahora quieren transformar, y lo más probable eliminar, para solamente satisfacer las ambiciones de enriquecimiento inmobiliario de algunos.
Lo curioso es que su situación urbanística es la que le otorga el vigente plan de ordenación urbana de la ciudad de 1992. En ese documento de planeamiento se define este espacio como equipamiento privado de una manera coherente con la realidad de su uso tradicional anterior. De acuerdo a su propuesta de ordenación, se condiciona el posible desarrollo de los aprovechamientos de la parcela al mantenimiento futuro de los usos recreativos preexistentes, permitiéndose el remate de los espacios no ocupados del resto de la manzana con edificación para destino residencial sin sobrepasar unas condiciones de altura máxima y aprovechamiento determinadas. Al mismo tiempo, dentro del mismo recinto se reserva un gran espacio libre donde actualmente existe un depósito público de suministro de agua potable que también se protege.
A partir de la interpretación sobre lo establecido por el plan de ordenación vigente y según medición realizada por algunos técnicos que merecen credibilidad, la edificabilidad que todavía es posible incorporar al conjunto es de 6.500 m2 con destino a un uso residencial privado en esa manzana y en espacios vacantes externos a la plaza.
Como se puede observar las condiciones para el desarrollo de una promoción inmobiliaria no son las más adecuadas para lograr una extraordinaria plusvalía económica. Y es aquí donde entran los intereses privados a trabajar en el cambio de las condiciones de aprovechamiento existentes. Para ello, se busca aumentar la baja edificabilidad asignada y a ser posible, introducir usos más rentables que los de equipamiento, más orientados a la satisfacción de necesidades públicas.

Una tranfsormación claramente especulativa de un edificio histórico cpn el apoyo mediático de arquitectos de prestigio.Reconversión de un depósito de gas en Viena. Jean Nouvel y Coop Himmelblau, arquitectos. Foto: frengo, flickr

En este proceso resulta cautivadora la connivencia de los dirigentes municipales, democráticamente elegidos, apoyando y encauzando la transformación legal pretendida para que pueda ser digerible por los habitantes de esta pequeña ciudad en aras de un supuesto beneficio colectivo.
Aprovechando el proceso de revisión del documento urbanístico vigente se incrementa sensiblemente la edificabilidad que pasa en una primera instancia a 9.700 m2 construibles, abriendo la posibilidad de derribar parcial o totalmente el volumen existente de la plaza de toros original. Además, la documentación del futuro plan que está en trance de aprobación final establece en sus últimas versiones algunas condiciones particulares muy significativas que mejoran las posibilidades inmobiliarias. Entre ellas, la introducción de nuevos usos no previstos en el plan vigente. Se dice textualmente:

El espacio ocupado por la Plaza de Toros se determina como una Actuación de Renovación Urbana para viabilizar el uso de equipamiento recreativo y cultural que históricamente ha tenido, admitiendo también como usos compatibles los culturales, socioasistenciales, docentes y deportivos, además de permitir los de pequeño y mediano comercio y de restauración y hostelería.

Y además,

La actuación incorporará un aparcamiento rotatorio y para residentes pudiendo para ello ocupar la superficie que fuera necesaria de los espacios libres adyacentes.

Ante la insatisfacción colectiva de la población, manifestada ante la posible desaparición del edificio en la prensa local y por variados colectivos ciudadanos, el Ayuntamiento ha decidido la convocatoria de un concurso de ideas con el propósito no claramente expresado de aumentar aun más el aprovechamiento otorgado hasta alcanzar casi los 14.000 m2 de construcción, tal y como se desprende de la lectura de las bases publicadas.

Fichas correspondientes a la ordenación vigente de 1992 y la propuesta por la revisión en curso de aprobación, donde se define el área sujeta a concurso

Con ello se empeoraría la congestión urbana existente en una zona altamente densificada de la ciudad, su centro más antiguo. Se va a incrementar probablemente el tráfico de vehículos derivado de la aparición de un nuevo aparcamiento central y unas actividades comerciales y lúdicas en una zona ya altamente equipada. Todo ello sin apenas contrapartida para una mejora urbana real. Una alternativa en este sentido podría ser simplemente la compra de este espacio, hoy todavía privado, para su destino como pequeña plaza o parque público arbolado y abierto a la ciudad que estuviera acondicionado para que se pudieran celebrar representaciones públicas al aire libre.
Este concurso se ha convocado en la 2ª semana de junio para fallarse a principios de julio y de lo expuesto hasta ahora parecería un aval para la tergiversación del interés público de una manera supuestamente abierta. Para ello se han buscado complicidades que prestigien la iniciativa como la que supondría la participación en el jurado de la demarcación local del Colegio de Arquitectos.
Este asunto que probablemente tendrá resultados visuales espectaculares con la colaboración de muchos arquitectos locales merece algunas reflexiones complementarias. En primer lugar, es destacable el dominio de los promotores y los propietarios del suelo en una transformación negativa de las ciudades. La búsqueda de la más alta rentabilidad de las operaciones especulativas sobre el suelo no siempre es compatible con el bien común y conduce por lo general a una tergiversación del interés público.

Estado reciente de las obras de transformación de la plaza de toros de las Arenas en Barcelona para su conversión en centro comercial. Foto: ainvar12, Flickr

Últimamente, se asiste a un recurso constante a la presentación de este tipo de operaciones a través de una especie de aura cultural con la participación de arquitectos de fama supuestamente reconocida. La presencia de la arquitectura se ha transformado en una especie de herramienta de marketing para la venta de propuestas dudosas en las que la producción de imágenes estéticamente atractivas contribuya a la venta de actuaciones difícilmente digeribles por la colectividad.
Finalmente, en las democracias representativas, como la que existe en este país, hay una ausencia de participación ciudadana real en los procesos de toma de decisiones sobre cuestiones que afectan a la calidad de vida de los propios residentes. Ello apoyado por los medios convencionales de comunicación local que, en algunos casos, actúan acríticamente como auténticas correas de transmisión de las decisiones políticas tomadas por las elites de los partidos y, en definitiva, de la voluntad de los poderes económicos dominantes en cada lugar.

Proyecto de Palacio de Congresos en Badajoz de los arquitectos Selgas y Cano, inspirado en restos de plazas de toros preexistentes

Desearía equivocarme y espero que de este proceso puedan salir finalmente algunas cosas buenas para el conjunto de esta ciudad.

3 comments to LA PLAZA DE TOROS DE SANTA CRUZ

  • Anonymous

    La ambigüedad es el paraíso de los especuladores. Éste es un buen ejemplo de cómo colar un negocio provado como si tuviera interés público, cuando en realidad busca lo contrario, destruir un hito de la ciudad en beneficio de los de siempre. Deberían conservar la plaza de toros como espacio verde y de eventos culturales alternativos al horroritorio, que es un agujero negro cultural, en el que solamente se entra previo pago mínimo de 30 euros.
    Hay que liberar a los toros y a las plazas!

  • Hola Federico,

    mira que RRogers me parece admirable por otras causas, pero el proyecto (y la obra que se ve) de la Plaza de Las Arenas, me parece… como decirlo suavemente, espantoso, desde un punto de vista estético, ético, funcional, urbanístico. Abrazos, Am

  • Anonymous

    Estoy plenamente convencido de que la fuerza que con mayor potencia ha impulsado la permanencia de la plaza de toros es ver en qué ha terminado la plaza de españa (teoría del no meneallo…).
    Sólo defendería la plaza de toros si Lúa se hubiera dejado besar en aquella tarde de PSOE…
    Así, que para mí no vale nada…no es mía…no es de todos…

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