TENERIFE ESPACIO DE LAS ARTES

A comienzos de este mes de Noviembre de 2008 se ha inaugurado un edificio extraordinario que se convertirá con el tiempo en un referente monumental a visitar en la ciudad de Santa Cruz en la isla canaria de Tenerife. Tenerife Espacio de las Artes es el segundo proyecto en esta isla concluido por los arquitectos suizos Herzog y de Meuron (con la colaboración de Virgilio Gutiérrez), tras la reforma de la Plaza de la Plaza de España en su centro urbano más significado.
Emplazamiento del edificio del TEA en el centro de la ciudad de Santa Cruz (Coordenadas de localización en GooglEarth: 28 27’49-16 15’02)

Tenerife Espacio de las Artes, o TEA de acuerdo al acrónimo que se ha elegido para denominarlo, es la culminación del trabajo colectivo de una década para dotar a esta ciudad con un recinto cultural que aglutine dos museos y una biblioteca junto con los espacios de apoyo necesarios.
Situado en uno de los lugares centrales de Santa Cruz, caracterizado por la vecindad del mercado principal de la ciudad y junto al barranco que la cruza, este nuevo equipamiento introduce un nuevo punto urbano focal que va a incrementar notablemente la atracción turística y mejorar notablemente la oferta cultural global de la isla.
Durante las últimas décadas se ha venido generando una gran actividad artística en Tenerife, alrededor de la fotografía que derivó finalmente en la creación del Centro Insular de Fotografía, institución que ha venido organizando anualmente un encuentro dedicado a esta especialidad denominado FotoNoviembre. Así mismo, las autoridades culturales de la isla han ido adquiriendo en los últimos años obra del pintor surrealista tinerfeño Oscar Domínguez con el objetivo de generar una colección artística que diera cobertura a la institución de un museo de arte dedicado al siglo XX, el Instituto Oscar Domínguez de Arte Contemporáneo.
El edificio del TEA viene a cubrir las necesidades de contar con una sede para estas dos instituciones junto con un tercer elemento fundamental que las complementa: el traslado de la pequeña biblioteca municipal de la ciudad y su proyección hacia el futuro con unas aspiraciones de mucho mayor alcance. De hecho, la biblioteca insular Alejandro Cioranescu se ha convertido en la pieza que aglutina y define el conjunto, otorgándole su personalidad fundamental.
El proyecto aprovecha de una manera inmejorable el lugar elegido estableciendo una nueva relación funcional con dos partes de la ciudad que han permanecido históricamente separadas, la pequeña plaza rotonda del mercado principal y el núcleo fundacional en torno a la calle de la Noria al otro lado del barranco. Estos dos espacios, situados a distintas cotas, se han ligado mediante la instauración de un nuevo eje diagonal que atraviesa el espacio del propio edificio y los une peatonalmente a través de un patio triangular situado en su centro medular. Este gesto, extraño a la práctica anterior de estos arquitectos, ha supuesto una elección que ha condicionado definitivamente de la forma del edificio. Un hecho que se produce a partir de un reconocimiento de las propias condiciones y necesidades del lugar para introducir de la mejor manera posible una aportación voluntaria al espacio público de la ciudad.
Así como en la primera obra de Herzog y de Meuron, el prisma perfecto constituía el soporte ideal para la investigación sobre el lenguaje aplicado a las superficies, en esta etapa la desmaterialización del volumen y la expansión del espacio mediante el plegamiento y la perforación constituyen los motivos que guían la formulación de la arquitectura. En este caso, el gesto diagonal constituye la esencia del proyecto, aquél que da un sentido unificador al espacio arquitectónico.
En este camino, la búsqueda de referencias que sustenten la forma propuesta es una constate en la obra de estos arquitectos y la metáfora de las formaciones minerales ha constituido probablemente un rico repositorio de signos a los que recurrir, como muy bien refleja la tienda Prada en Tokio, terminada a mediados de la década de 2000.

Planta por el acceso superior y el nivel donde se sitúa el Instituto Óscar Domínguez de Arte Contemporáneo

La recurrencia al trabajo artístico de pintores y escultores es otro campo al que estos autores prestan una atención minuciosa como grandes admiradores que son de las últimas expresiones del arte contemporáneo. Un dialogo fructífero que les ha permitido introducir matices muy sugerentes y que indudablemente enriquecen finalmente la expresión de sus edificios.
El recurso a la indefinición del espacio mediante la magia de los espejos y las refulgencias pretende ser una recurrencia a la virtualidad en la arquitectura, un concepto que podría caracterizar nuestra contemporaneidad y que Herzog y de Meuron introdujeron por primera vez en su proyecto para las oficinas Ricola en Laufen de1999, convertido en recurso expresivo. En ese caso, como muy acertadamente ha señalado Rafael Moneo en su ensayo sobre la obra de estos arquitectos, se confía en la materialidad del vidrio como artilugio esencial para conseguir unos efectos espaciales ambiguos. En este juego de las transparencias y la voluntad desorientadora de la escultura, Dan Graham es una fuente de inspiración innegable para este propósito concreto de los arquitectos. La creación de una experiencia mágica a partir de la confusión espacial que originan los reflejos múltiples se percibe claramente en muchas instalaciones al aire libre de Graham. Algo similar a lo que ocurre a mayor escala al transitar un edificio como este Tenerife Espacio de las Artes.

Seccion del edificio y planta baja en la que se encuentra la biblioteca Alejandro Cioranescu


En consecuencia, la interpenetrabilidad de los espacios y la conexión entre interiores y exteriores se confía a unos muros cortina de cristal transparente que permiten reflejos capaces de generar múltiples lecturas y visiones que sorprenden al paseante que atraviesa su espacio público central. A este juego contribuye el trabajo realizado de extracción de sólidos triangulares y generación de diagonales en un proceso de fluidificación y generación de la transparencia e interacción espacial compleja. Colección de maquetas del proyecto. Imagen del libro Natural history editado por Philip Ursprung con motivo de la exposición antológica de la obra de Herzog y de Meuron celebrada en 2002 en el Canadian Center for Architecture de Montreal
El esfuerzo de investigación que refleja esta arquitectura se centra en las preguntas que exploran la materialidad de la construcción, tal como se puede inferir también de las contestaciones a las preguntas realizadas en una entrevista de Wilfried Wang para su libro sobre la obra de Herzog y de Meuron. En ella, los arquitectos quieren interrogarse sobre algunas cuestiones esenciales de la arquitectura ¿Que es lo que contiene el peso? ¿Qué constituye lo brillante? ¿Que es una pared o qué es la luz?
Preguntas que se hacen constantemente también grandes escultores contemporáneos como el propio Graham o asimismo, Carl André y Richard Serra.
En este caso, el trabajo con los materiales se refleja en la elección de dos planteamientos contrapuestos: La definición volumétrica del paralelepípedo envolvente con una estructura muraria pixelada, fuertemente masiva y pesada, y la ligereza de unos cerramientos interiores que acentúan las transparencias. Los lienzos exteriores se realizan en un macizo hormigón oscurecido que incorpora una caligrafía basada en una interpretación fotográfica abstraída del paisaje próximo.
La interacción entre horizonte y construcción es también otra cuestión que se refleja en este edificio. Probablemente como resultado de un diálogo fructífero con la cultura local muy permeada por la presencia de un paisaje de una gran potencia y variedad.
El territorio canario define unos paisajes de una diversidad extrema, incluso dentro de una propia isla. En el caso de Tenerife, el volcanismo reciente ha configurado unos horizontes de montañas y lava que definen un ambiente coloreado con tonos oscuros y ocres. La propia forma de la cubierta del edificio reintroduce en la ciudad una geometrización del paisaje que permite una nueva lectura de los monumentos próximos y de la silueta urbana global en ese punto.

Fachada Noreste del edificio con el diseño piexelado de huecos

El uso sobrio del color hace referencia también a esta idea del volcanismo, con predominio de las tonalidades grises y el contrapunto de la calidez de la madera en los pavimentos de la gran sala de la biblioteca. Este es el espacio principal del edificio, aquél que otorga una personalidad concreta a la obra. La biblioteca se concibe como una gran catedral de la cultura, excesiva en su configuración y que debido a ello. se transfigura en una gran apuesta de esta sociedad hacia el futuro: promover un espacio suficiente para atesorar el conocimiento y albergar la sensibilidad. La identificación de la rígida geometría de base se confía en una trama reticulada de puntos de luz en forma de lágrima que atraviesa los espacios y en el que escaleras helicoidales de comunicación vertical actúan como contrapuntos dentro del enorme volumen generado. Estos grandes cilindros interiores puntúan los espacios y definen también unas potentes referencias formales para la orientación.
El énfasis puesto en el magnífico espacio de la biblioteca Alejandro Cioranescu contrasta con la escasez formal y la crudeza del Museo Oscar Domínguez y el Centro de Fotografía, casi residuos frente a la idea principal. Parecería que se ha optado en este caso por cumplir estrictamente su acondicionamiento para que den un servicio secundario. Estrategia que contrasta con las propuestas más brillantes de otras arquitecturas expositivas como las realizadas por el italiano Renzo Piano en la Fundación De Menil en Houston o el propio Museo Beyeler, en la misma ciudad en la que residen estos arquitectos, Basilea.
Este hecho ha supuesto unas claras dificultades para la iluminación de los espacios expositivos, el aprovechamiento de sótanos residuales que aparecen casi como ocultos y a lo que resta brillantes la poca claridad de recorridos y accesos.
Una duda final se plantea sobre el significado de la dualización de la inversión pública que refleja un edificio como éste. El TEA pertenece a una generación de grandes inversiones públicas sin límite presupuestario en la capital y una importante carencia de servicios esenciales en el resto de la isla. Podría esconder una concepción elitista de la política cultural como una actuación encaminada a los grandes gestos frente al ocultamiento de las importantes necesidades educativas de base que lastran socialmente a este archipiélago con una gravedad inusitada.
No obstante, bienvenido sea este nuevo equipamiento cultural en el que hay que reconocer ineludiblemente el esfuerzo de la institución política por excelencia de esta isla, su Cabildo Insular. También el de muchas personas que han llevado a buen puerto esta iniciativa. En particular a Dulce Xerach Pérez, sin cuya apuesta visionaria no sería una realidad. También a Virgilio Gutiérrez Herreros el arquitecto que ha garantizado la calidad final de la obra y a Sinesio Domínguez Suria, un constructor como quedan pocos en esta isla. Y finalmente a Jacques Herzog y Pierre de Meuron que han logrado expresar magníficamente el deseo de superación de una sociedad como la nuestra.

Espacio interior de la biblioteca Alejandro Cioranescu con la cristalera superior que enlaza con la plaza intermedia

Ha aparecido un comentario bastante crítico sobre este edificio en ABCD del 8 de noviembre, el semanal de cultura del diario madrileño ABC, titulado Subirse a la Palma en Tenerife y firmado por Fredy Massa con el que estoy de acuerdo en su planteamiento genérico pero que obviamente no comparto en lo que se refiere a sus críticas concretas al edificio. Gracias por la referencia Anónimo informante.
Se ha producido otra aportación periodística muy interesante del amigo Juan Ramírez Guedes en el diario El Pais del 15 de noviembre y titulada, Intersecciones en Canarias, que conviene consultar para tener una visión más profunda sobre este edificio.
Una versión reducida de mi comentario también ha aparecido como artículo de opinión en la edición del 9 de noviembre del períodico local Diario de Avisos.

19 comments to TENERIFE ESPACIO DE LAS ARTES

  • Las fotos son desde luego sorprendentes, Federico: ¿es el edificio y mérito de los autores, o es la cámara y mérito del que está detrás de ellas? Pergunta: ¿puede un usuario “habitual” ver tales cosas si no es detrás de un visor?

  • Sencillamente el mejor proyecto de arquitectura de todo Tenerife (Si no pensamos en el dinero, claro)

  • Creo que Santa Cruz ha ganado, esta vez sí, no como con el auditorio jurásico, un equipamiento magnífico, una pieza que me parece de gran calidad y que contiene cualidades diferentes a las de otras obras de H&M. La experiencia de visitarlo es muy interesante y por momentos emocionante, al menos esa es la impresión que a mi me produjo recorrerlo. Sobre los costes anotar que al parecer ha costado la mitad que el edificio del Forum de Barcelona y menos que el Caixa Forum de Madrid (que también me resulta de gran interés por otras consideraciones). De todos modos el TEA bien vale una misa y ofrece un programa complejo (destacando desde luego la biblioteca) con una importante capacidad de servicio a la sociedad si se le dota de los medios necesarios y se gestionan adecuadamente… según sus responsables (Javier González de Durana y Yolanda Peralta Sierra, director y conservadora respectivamente y dos excelentes profesionales) están pendientes de la autorización del Cabildo para poner en marcha el programa educativo para el que ya cuentan con una gran demanda en espera. Pronto abundaré en el comentario. Saludos

  • Federico, la descripción que haces del TEA y la explicación de su inserción en el lugar son muy buenas. Si el edificio y su entorno resultan la mitad de lo que prometen por tu explicación y por las fotografías que aportas seguramente se convertirá en un referente importante de la ciudad. La última vez que estuve en Santa Cruz me llamó la atención la masa casi ciclópea (de todas formas estaba en obras pero ya se apreciaban cosas) que contrastaba de forma espectacular con todo su entorno. Ya sabes que no me gusta enjuiciar las obras de arquitectura sin vivirlas (y, sobre todo, sin ver como las viven los usuarios a quienes van destinadas) porque me parece que estoy enjuiciando una escultura más que una arquitectura. Sin embargo, la descripción que haces es tan apasionada que, verdaderamente, estoy deseando terminar con los médicos que me rodean estos días (aunque tengo todavía para un par de meses) y acercarme a Santa Cruz aunque sólo sea a ver la escultura. Si para entonces ya está funcionando y puedo ejercer de “voyeur” de los usuarios (que es lo que más gusta en la vida) y crearme también una opinión sobre la arquitectura seguramente te podré ratificar estas primeras impresiones. Pienso que la masa ciclópea y pixelada (me ha gustado el término que utilizas) con esas reminiscencias volcánicas concuerda magníficamente con el barranco. Ambas cosas tienen algo de telúricas. Resulta sorprendente el uso de las diagonales y de los triángulos extraño, no solo en estos arquitectos sino, en general, en el urbanismo y la arquitectura contemporáneos (por supuesto excluidos faldones de cubiertas, pirámides, etc.).

    No sé si me gusta que dos partes históricamente separadas de la ciudad se unan. Bueno, de entrada no me gusta. No conozco suficientemente Santa Cruz como para saber si esto significa un empobrecimiento paisajístico o no pero, en general, diría que la reducción de la diversidad no parece lo más conveniente. Pienso que los núcleos fundacionales deben de tener su propia personalidad y, en cierta medida, mantenerse aislados y a salvo de los avatares urbanos que suceden progresivamente en la ciudad. Y un suceso importante en la construcción de la ciudad es el TEA. No tengo claro como va a resultar la urbanización de todo esto, las visuales, las dominancias. En definitiva, el paisaje. Tengo que decir que, como escultura, la parte que vimos en obras a mí me encantó, pero a las otras dos personas que me acompañaban (no arquitectos) les pareció deplorable que se pudieran construir cosas así en un lugar tan significado de la ciudad como en el barranco de Santos. Probablemente estamos (ojala me equivoque) ante una de esas obras de arquitectura para arquitectos, que al común de la gente sencillamente les parece horrible. No lo tengo claro, sólo cuento mi experiencia. Por eso digo que me gustaría ver que sucede dentro de unos meses cuando funcione y cuando los habitantes de Santa Cruz lo hayan hecho suyo. Al fin y al cabo, lo que importa son ellos. Porque a los turistas se les vende adecuadamente en las guías de turismo y estarán encantados de tener un sitio más donde hacerse una foto que enseñar a los amigos.

    Resumiendo, por lo que conozco de la obra y por lo que dices en tus comentarios, las fotos, etc., pienso que va a ser una obra de referencia en Santa Cruz. Esculturalmente lo que he visto me ha gustado, sobre todo la integración con el barranco. El resto (la arquitectura) lo dejo para una visita cuando ya todo funcione. El articulo me ha parecido magnífico por lo apasionado y comprometido. También por la descripción que haces de la obra realmente completa. Enhorabuena.

  • Anonymous

    pues no vean como lo han puesto en el cultural del ABC

  • Xavier Adsuara

    Pues a mí, desde luego, me gusta el edificio, tanto formalmente como su encaje en el lugar y su contribución urbana. Me parece que la articulación que hace entre la zona de la Recova y la parte baja del barranco a través del recorrido peatonal, con las sensacionales vistas desde arriba hacia la biblioteca, está muy bien lograda. De otra parte, el edificio me resulta muy digno y para nada presuntuoso (por más que, hace casi un año, lo incluyeras entre los invasores siniestros). Tampoco creo, como teme Fariña, que sea un edificio que gusta sólo a arquitectos; fui a verlo con alguien ajeno a nuestra profesión y quedó encantada.

  • Andrés: la verdad es que con un paco de atención si se perciben esas transparencias y reflejos, además de generar unas magníficas imágenes fotográficas.
    Juan: No sabía ese dato del coste pero me parece fantástico haber logrado algo de este nivel con un esfuerzo económico razonable. Eso si no valoramos los grandes déficits en equipamientos públicos existentes en tantos núcleos de las islas tan infradotados.
    Pepe: Creo que el esfuerzo arquitectónico ha estado orientado a la gran cultura y lo que habrá que ver es si llega a consolidarse realmente como un pequeño Pompidou de provincias y es aceptado por los habitantes de esta isla.
    Javier: Es cierto que hace un año tilde esta obra de siniestra pero viendo el resultado interior creo que se puede humanizar y arrebatársela a los marcianos del marketing. No sé si me entiendes ya lo discutiremos en vivo y en directo

  • “El edificio aprovecha de manera inmejorable el lugar elegido”, dice Federico en su comentario. ¿No hubiera sido más inmejorable (si cabe) que el edificio se hubiera separado un poco más del puente, dejando en medio una escalera de igual ancho al menos que la que está situada al otro lado? Por otra parte, en una visita que realicé hace unos días por la mañana observé algo levemente surreal: Dos enormes cristaleras orientadas al sur por donde penetra el sol a la biblioteca de forma inclemente, y al mismo tiempo una selva de luminarias encendidas. Me pregunto qué coste energético va a tener el edificio. En otra palabras, ¿no hubiera sido más interesante un planteamiento menos suizo pero más sostenible?

  • Veo, Carlos que juegas al deporte favorito de los “cacarianos”: encontrar los defectos. El caso es que por ahora son pocos frente al fuerte carácter de esa biblioteca con unos espacios interiores de los que cortan la respiración. Quizás sea excesiva para las necesidades reales de este colectivo.
    Peor es lo que ocurre con los espacios expositivos, bastante anodinos pero eficientes.
    En general, el edificio es producto de gentes con otra mentalidad, suizos del Norte. En general, más abiertos a la transparencia y menos preocupados por protegerse de la luz. La arquitectura acaba reflejando estas cosas subliminales que están en el fondo de las personas. Probablemente, son un producto de una educación y contexto geográfico que poco tiene que ver con el nuestro.
    En cuanto a la entrada del sol, es cierto. Pero debes considerar que estamos en una época del año, el solsticio de invierno en que la inclinación solar es bastante baja y, por lo tanto, el sol entra en profundidad en los interiores como norma general. En verano, cuando el sol esté en una posición angular más alta, este efecto quedara atenuado ya que los aleros con los que cuenta el edificio darán la sombra necesaria.
    Respecto a la separación del puente, estoy totalmente de acuerdo contigo. Esas escaleras que han quedado ahí como espacio residual, van a ser un basurero y la propia estructura ingenieril no ha contado con el respeto que hubiera merecido. Es algo que vuelve a ocurrir con estos arquitectos. En la Plaza España, y ya lo hemos comentado, la disposición de los pabellones es poco respetuosa con la arquitectura que representa el edificio del Casino y en un caso entre en colisión directa con la propia portada de la Alameda.
    Cosas menores de la megalomanía de la arquitectura.

  • “La búsqueda de la Modernidad nos llevó a descubrir nuestra antigüedad …
    Inesperada lección histórica que no sé si todos han aprendido: entre tradición y modernidad hay un puente.
    Aisladas, las tradiciones se petrifican y las modernidades se volatilizan;
    en conjunción, una anima a la otra y la otra le responde dándole peso y gravedad”.

    OCTAVIO PAZ

    Como buén “cacariano” y sin conocer la casuística de esta solución: lástima los tragaluces en cubierta!

    Un saludo Federico

  • Anonymous

    un nuevo edificio para la elite, para ese grupo de personas, familias y amigos que vivimos una realidad paralela, una irrealidad financiera. Lástima toda esa periferia de ignorantes, feos y rancios que nos rodean… por favor, que quiten esos barrios, que nos afean el paisaje. here they comes, the beautiful ones … y tambien lo dijo calamaro y en español “..hablar de jarmush y abel ferrara…”. la arquitectura?? es que merece la pena hablar de arquitectura pudiendo vivir narcotizado por la belleza irreal?? mejor ir en búsqueda de la verdad. ustedes quedensen con los oscars, yo me quedare con winterbottom.

  • Anonymous

    Cerremos el Guimerá pues hay desarrapados en Ofra.
    No vayamos al cine, pues en Senegal hay polvo en las calles.
    No leas ¡oh insensato!, pues existen analfabetos en nuestras calles.
    No te duches, sublime burgües, pues están sucios los andarines de las plazas.
    ¡Oh Cacarias! el único lugar del mundo en el que lo más cool es despotricar contra lo fashion desde una terraza en la rambla o en el quiosco Numancia mientras reposas tus zapatos italianos sobre el duro suelo al tiemp que ojeas en el suplemento dominical las últimas tendencias.

  • Anonymous

    Y dijo Zarathustra, si sólo ves los tragaluces, lugar común a estás alturas, quizá te falte eso mismo o debes hacerte cambiar las gafas.

  • José María Senante

    Por anteriores comentarios intuyo que me unirás a los “cacareanos” (…espero que con matices….). No trato de destacar defectos del TEA sino matizar el – a mi juicio – algo desmesurado tono de tus elogios, sin el más mínimo reparo.
    Aparte del tema de la escalera del Puente que cita Carlos (evidente fallo como reconoces, y que cualquiera detecta al primer paseo por allí) y el tema de las luminarias (también me sorprendió una tarde soleada ver aquel derroche energético en zonas con luz natural, pero eso supongo lo arreglará en breve la competencia de los gestores del museo) me ha extrañado que tu elogiosa cita de “… la forma de la cubierta reintroduce una geometrización del paisaje…” no mencione ni de pasada el tema de los lucernarios, que tanto recelo han ocasionado. En todo caso, creo que la solución final es bastante más acertada que la de la plaza de España para los “volúmenes” con las plantaciones.
    Coincido que es un edificio EXTRAORDINARIO, también por lo fuera de lo común y por el presupuesto disponible, y que cualquier visitante (incluso no experto) aprecia aspectos realmente brillantes. Destaco, entre otros aciertos, la rampa- patio de entrada, el espectacular espacio de la Biblioteca y la calidad y buena ejecución de algunos elementos.
    Me reconozco incapaz (por falta de formación adecuada) de apreciar tus positivas referencias sobre “..la desmaterialización del volumen … la interpretación fotográfica abstraida.. o el diálogo fructífero..” pero intento buscar un equilibrio entre las descalificaciones del “ABC cultural” o tus anteriores opiniones sobre “las arquitecturas siniestras” y lo de que este edificio ”… expresa magníficamente el deseo de superación de una sociedad como la nuestra”. Soy también profano en sociología, pero me cuesta aceptar que la sociedad tinerfeña se conmueva – o al menos se mueva – por las pixeladas texturas de H&M.
    Por ahí entramos en tus citas a “…política cultural…necesidades educativas… apuestas visionarias…”. Y ahí surgen más dudas. Está por ver cuánto del turismo acudirá a visitar el TEA. Dejando aparte el de congresos, parte del de cruceros y el de un elevado nivel cultural o especializado, no creo que nuestro flamante “triángulo de oro cultural” (así se llamó en su día al Auditorio,
    Tanque y TEA) pueda emular el efecto Guggenheim o el de la Tate. Y no digamos de la asistencia local. Pero ya sería un vuelco histórico que las espléndidas instalaciones del TEA sirvan para elevar las posibilidades culturales, especialmente de la juventud. A los pocos días de inaugurada (y aún sin terminar de equipar), ya pude comprobar el éxito que tiene la Biblioteca, (ante la falta de espacios similares en la ciudad) frente al vacío casi absoluto en las salas de exposiciones. La acreditada dirección del museo deberá hacer realidad las expectativas creadas entre colectivos en busca de espacios para desarrollar sus actividades artísticas…(y seguramente alucinarían con lo del “bread man”). Ese es ahora el gran reto: el uso y el mantenimiento de este enorme esfuerzo del Cabildo.
    Para animar el debate aporto algunas referencias de prensa recientes. En el mismo ejemplar del Diario de Avisos de tu artículo, 9 de noviembre, escribe Alfonso González Jerez sobre la política cultural local. Y hace poco, en el Babelia de El País del 11 de octubre, Antonio Muñoz Molina escribió “Escenas de museo” acerca de recientes exposiciones en el Moma, el British, etc..; y el arquitecto Javier Mozas, también en Babelia, el 1 de marzo, “La revuelta de los 100”, acerca de un premio de arquitectura francés a un edificio cotidiano frente a la arquitectura gesticulante.
    Termino estos apresurados matices de un “cacareano” más (eso sí, del sector constructivo) con reiterados elogios a tu esforzada tarea para motivar a la participación en estos foros. Pues de eso se trata…

  • Anonymous

    ¡oh improbable musa! ¿como es que no reparas en el papel de chocolatina Cadbury que afea el paisaje justo en la puerta de la tienda? ¿que no pasará en las escaleras, donde el cospicuo cultureto depositará su gastada goma de mascar después de una interminable visita plena de asombros fingidos? ¿es que no ves el entrópico resultado de esta obra?… por cierto, ¡que toscos lucernarios! ¡que horror, que error! … bueno te dejo que llego tarde al auditorio y aún he de comprar por el camino papel de fumar que he agotado con este comentario.

  • Anonymous

    Este edificio situa a tenerife en la vanguardia arquitectónica, pero yo preferiría que canarias fuera la región mas desarrollada en programas educativos-sociales en los infinitos barrios marginales que existen. Porque aunque no lo crean, muchos de esos programas dan resultados a 10-20 años vista. Comprendo la necesidad del edificio, pero no creen que a lo mejor se podría haber construído una cosa mas sencilla-económica?¿ guggenheim hubo uno y ése multiplico la inversión, el resto…pues es otro edificio genial $$$.

  • Anonymous

    Este edificio es mucho mejor que el Guggenheim

  • Anonymous

    Apasionado comentario de un magnifico edificio, pero sobre todo, yo personalmente, te agradezco tu paso adelante para elogiar este espacio, independientemente de tus anteriores comentarios en los asegurabas que este proyecto era la maxima representación de una “arquitectura siniestra”. Como ya te dije en una ocasión, los edificios se pueden juzgar por sus resultados y por otros aspectos no menos importantes, pero nunca por la nacionalidad del que los proyecta. Por cierto el artículo del ABC, pareciera que lo hubieses escrito tu mismo hace un año. Lo dicho, felicidades a los tinerfeños.

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