HERRAMIENTAS DIGITALES PARA EL DISEÑO

Un comentario mordaz sobre la arquitectura contemporánea. Miguel Brieva, El País, 07/08/2008

En las últimas tres décadas hemos experimentado una auténtica revolución en todos los ordenes. Este cambio que afecta masivamente a una gran parte de la humanidad, ha estado ocasionado por la aparición de las distintas tecnologías asociadas a los ordenadores.

Las herramientas digitales disponibles están transformando de una manera acelerada las formas de vida que eran habituales para la generación anterior. En consecuencia, las sociedades y los grupos humanos se están diferenciando de acuerdo a la capacidad de interacción con los nuevos dispositivos tecnológicos, su comprensión, manejo y, finalmente, el acceso a vastas cantidades de información.

<--- La creciente brecha tecnológica, que se deriva de este proceso experimentado, es un elemento decisivo que discrimina a los individuos y sociedades respecto al acceso a los bienes materiales y la riqueza. Los que pertenecen a mi generación han sufrido un proceso altamente traumático en relación a las nuevas tecnologías, lo que les ha llevado a dividirse entre aquellos que no han querido adaptarse a las nuevas herramientas digitales disponibles y los que nos esforzamos diariamente por conocer el alcance de ese nuevo instrumental en continua evolución. Es algo distinto a lo que sucede con aquellos que han nacido con estos procesos ya en marcha y cuya forma de adaptación se produce como algo natural y espontáneo.
La diferencia entre analfabetos, emigrantes y nativos digitales es una fisura que ha acelerado la desigualdad de las personas, un hecho consustancial al sistema capitalista. Transforma a aquellos que no se pugnan por acceder al manejo de las herramientas digitales en los pobres del futuro.

“Lo siento, no tengo mucha experiencia con esta versión inicial de Autocad”. Viñeta extraida de Mirage Studio 7
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En el campo de la ingeniería, la arquitectura y el urbanismo, la aparición de los sistemas para el diseño asistido por ordenador (Computer Aided Dsegn, CAD) han supuesto un cambio radical en la manera de afrontar el proyecto de todo tipo de artefactos, así como la ordenación de la ciudad y el territorio. Herramientas que se han convertido en estándares de facto, usadas por millones de personas, han obligado a una reconversión sustancial de las técnicas habituales para la proyectación y construcción de edificios así como en el análisis territorial y cartográfico.
Las utilidades CAD, acompañadas con la fabricación digital asistida (Computer Aided Manufacturing, CAM) han posibilitado vislumbrar conceptos arquitectónicos inimaginables en el pasado. Hace escasamente cincuenta años hubiera sido inconcebible la aparición de edificios como el Museo Gugenheim de Bilbao o el puente de Zaragoza de Zaha Hadid, por poner dos ejemplos situados en España.
Sin embargo, esta nueva libertad conceptual disponible está propiciando también verdaderas aberraciones en el campo del diseño y de la planificación. Todo ello, espoleado por la constante necesidad de novedades que alimentan el espectáculo de los medios de comunicación y el esfuerzo competitivo para la diferenciación de las regiones y las ciudades.
La utilización de herramientas CAD ofrece una sensación de falsa exactitud que no se corresponde con la precisión de las técnicas constructivas de la edificación ni tampoco con aquellas dedicadas al análisis de la realidad geográfica que se precisan en el urbanismo y la ordenación del territorio
El carácter matemático de esos instrumentos y su particular uso de la geometría, incide en la necesidad de una precisión extrema en su manejo. La aparición de pequeños errores, se expande exponencialmente cuando se utilizan por múltiples operadores como ocurre en el campo de la arquitectura y el urbanismo.
Este hecho entra en contradicción con las capacidades humanas tendentes a la aproximación y al funcionamiento por el método de prueba y error. La constante equivocación y corrección es algo inherente al desempeño habitual de las personas que no encaja con estos sistemas matemáticos estrictos. El concepto de tolerancia es algo no contemplado habitualmente por las herramientas CAD.
Empezando por la cartografía, que no es todavía una destilación automática, resultado de la traducción de las ortofotografías, sino una interpretación humana y el dibujo asociado a esa interpretación. Por lo general, la cartografía representa ya la acumulación de una infinidad de errores que recuerdan a aquel relato premonitorio sobre los geógrafos, creado por Jorge Luis Borges, y que ya comenté en otra ocasión.
La aplicación sobre las bases cartográficas de los sistemas de Información geográfica (Geographic Information Systems, GIS) ya refleja y expande esos errores, llegando a hacer muy complicada la tarea del análisis y diseño de las ciudades en el futuro inmediato. Lo cierto es que el urbanismo sufre una fuerte parálisis motivada tanto por estas cuestiones, como por la creciente aplicación de una legislación muy meticulosa también.

Con que ilusión, algunos de mi generación hemos iniciado el tránsito al empleo de las herramientas digitales. Mi primera polilínea. Viñeta extraida de Mirage Studio 7

Las tareas que podríamos considerar accesorias, consumen un esfuerzo y tiempo valiosísimos, dedicados al refinado de la precisión de las interpretaciones cartográficas y la aplicación de meticulosos preceptos legales de todo tipo. Con ello, el esfuerzo principal se orienta a alimentar las maquinarias de control y administración burocrática, dejando en un segundo plano las tareas esenciales destinadas al diseño de la funcionalidad y la forma de la urbanidad futura.
Con ello, el urbanismo tradicional del pasado ha quedado de facto, relegado a un segundo plano marginal. Una perversión tecnológica que nos está pasando una factura excesivamente elevada relacionada con la calidad de la ciudad contemporánea —>
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1 comment to HERRAMIENTAS DIGITALES PARA EL DISEÑO

  • Federico, me ha parecido muy oportuno el artículo. Para los que, entre otras cosas, nos dedicamos a la enseñanza sería fundamental tener las ideas claras en este tema. Sin embargo, frecuentemente, la utilización de sistemas digitales para aprender a dibujar o a proyectar no se cuestiona ni para bien ni para mal. Mi experiencia al respecto es que, en general, no ayudan precisamente a obtener una relación dimensional entre la mano que dibuja, el cerebro que controla y la realidad que debería de ser la referencia tanto para arquitectos como para urbanistas. En concreto, la separación existente entre lápiz con tableta (del ratón ya prefiero ni hablar) y la pantalla donde aparece lo que se dibuja introduce un paso intermedio que aleja, todavía más, la realidad del proyecto. Probablemente la solución sean tableros tactiles del tamaño adecuado donde se pueda dibujar directamente en la pantalla con un lápiz óptico o lo que sea.

    Por supuesto que los medios digitales no se circunscriben al dibujo (en dos o tres dimensiones) o al renderizado en movimiento. Desde los cálculos hasta las simulaciones de presupuestos, pasando por los trabajos compartidos entre varios, en unos años se ha producido una auténtica revolución en el funcionamiento de la profesión que pienso todavía no ha sido suficientemente estudiada. Necesitaríamos algunas certezas, sobre todo en la enseñanza, sobre lo que es más conveniente para conseguir mejores planificadores y proyectistas.

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