UN AÑO EN EL CIBERESPACIO

El 3 de junio de 2007 coloqué mi primer texto en este Blog, Islas y Territorio. Se titulaba Los perjuicios del coche y en él enumeraba las razones por las que creo que deberíamos empezar a renunciar a este medio de desplazamiento y utilizar más el transporte colectivo. De repente ha transcurrido un año y apenas he sido consciente del tiempo pasado. Tempus fugit.

Dos cuestiones que me interesan forman parte del título de cabecera, las islas y el territorio. Son temas que me preocupan, las islas como lugares de una fragilidad y límites evidentes que constituyen un campo de pruebas que anticipa lo que puede ocurrir en espacios más extensos; el territorio como concepto de lugar transformado por la cultura y del que la humanidad se ha apropiado hasta convertir el planeta en un soporte dedicado exclusivamente a nuestra actividad.
Me ha parecido fundamental mantener una regularidad y constancia en mi participación en este universo asombroso que llaman el ciberespacio. He insertado videos desde ese medio extraordinario, YouTube, que se va a comer la televisión convencional. También viñetas y caricaturas, entrevistas periodísticas, recuerdos a compañeros desaparecidos, y, sobre todo, textos en más de 60 ocasiones. Es como si uno dispusiera de un pequeña revista personal especializada en mis obsesiones.
He pretendido ofrecer algunas veces reflexiones personales y en otras ocasiones divulgar ideas sobre aquellas cuestiones que me preocupan. En su mayoría están inspiradas (por no decir, copiadas) en textos de muchísima gente que he leído durante bastantes años. Mi motivación ha sido casi la de un desahogo frente al amordazamiento al que nos someten los poderes dominantes. El llamado universo real se ha convertido un lugar en el que las únicas ideas que difunden los medios de comunicación convencionales son aquellas que permite un tamizado sutil de lo conveniente al servicio de los intereses dominantes, tanto políticos como empresariales, locales y globales.
Me preocupan los problemas territoriales que afectan a los espacios geográficos, principalmente a las islas. El urbanismo y la arquitectura han sido mi ocupación durante casi treinta años y he escrito profusamente sobre ello. Quizás se deba a que he sido responsable de una revista de arquitectura hace muchos años, Basa, el órgano de expresión de los arquitectos canarios. También es posible que exista una voluntad didáctica que me viene de mi fugaz paso por la Escuela de Arquitectura de las Palmas de Gran Canaria. Cosas de la edad: la querencia de enseñar a los más jóvenes.
Pero sobre todo, este esfuerzo me produce una satisfacción extraordinaria porque me ha permitido ir desgranando ordenadamente aquello que pienso o he pensado a lo largo de los años sobre muchos temas relacionados: la arquitectura, el arte, el diseño de parques y el paisaje, el urbanismo, la ordenación territorial de las islas, la energía, la geografía y la omnipresente economía. En un reflejo condicionado por el pasado, me gustaría también trasladar estos textos a libros impresos, de esos que se compran en las librerías y de los que todavía no cuento con ninguno en mi haber. Como muchos, la vanidad hace que pretendas llegar a cuantos más, mejor.
Alguien me ha dicho que realmente lo que me inspira es el protagonismo. Nada más lejos de mis intenciones básicas. Me mueve un deseo de expresar ideas y participar en la discusión sobre los temas que nos afectan a todos para superar con racionalidad las tremendas manipulaciones que contribuyen a sujetarnos en beneficio de unos pocos. Lo cierto es que mis palabras han ido teniendo repercusiones insospechadas. Últimamente, han sido utilizadas como argumento para un programa político electoral en mis islas. Gracias, Virgilio por tu confianza y buena suerte en tu difícil andadura como nuestro principal representante gremial.
Empecé con la intención de dirigir lo que escribía a mis colegas de la isla de Tenerife pero con el transcurso del tiempo he observado que han ido quedando reducidos a una pequeña fracción de mis anónimos lectores. Poco a poco han sido rebasados por colectivos de Madrid y Barcelona y, más recientemente, por grupos de Buenos Aires, Ciudad de México y, en fin, de muchos lugares de ese vasto continente que es Sudamérica. Siempre recordaré la vez que hice una crítica a la arquitectura de los arquitectos famosos que invaden mi isla con sus supuestas maravillas arquitectónicas. La respuesta desde Italia, a lo que llamé La invasión de la arquitectura siniestra, fue masiva, animándome a desenmascarar más rotundamente la supuesta arquitectura apoyada por los medios de comunicación profesionales y la colaboración timorata de la gran mayoría de nuestros colegas.
Pero lo que más me asombra cada día que pasa es el interés que pueden despertar mis columnas semanales en gentes dispersas que no conozco y me brindan su atención. Me resulta extremadamente sorprendente lo que le pueda interesar a alguien que accede a esta página, por ejemplo, desde Angola o Nueva Zelanda. ¿Qué cosas son las que pueden resultarle de interés? Internet es una herramienta maravillosa que te atrapa y te permite acceder a un conocimiento extraordinario.
De acuerdo a las estadísticas del último mes, se abren una media de 120 páginas diarias. Lógicamente, no todas se leen. Muchos me critican la longitud de mis entradas pero creo que es fundamental una mínima extensión para poder explicar con coherencia un pensamiento. Las imágenes son también fundamentales en esta explicación que pretendo de las cosas, puesto que son metáforas poderosísimas, aparte de que me gusta mucho la fotografía. Siempre que viajo me acompaña mi máquina digital con la que fotografío los lugares que visito; desde hace algún tiempo vierto una selección de lo visto en otro lugar que me ha resultado esencial, Flickr.com y que suelo enlazar a través de ese widget lateral que incluye esta página.
Una cosa que si echo en falta es un mayor nivel de participación y la aportación de debate. Reconozco que es engorroso ponerse a escribir y a mi también me cuesta enormemente, aunque no lo parezca. Creo que es fundamental el intercambio de pareceres aunque sea para negar las posiciones del otro, porque en cualquier caso el diálogo respetuoso siempre es enriquecedor para todos y de la síntesis nacen propuestas valiosísimas.
Gracias por leerme y hacerme comentarios durante este año tan corto. Espero seguir ahí una temporada más colocando regularmente mis pensamientos.

En el fondo, una reproducción de un cuadro del artista italiano Vito Campanelli y un múltiple-casita de Juan Gopar

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